miércoles, 27 de agosto de 2025

CLARENCE F. HIRSHFELD


   
C
uando en febrero de 2014 escribimos la primera entrada sobre los tranvías denominados PCC, buscamos por todas partes una fotografía del jefe del equipo técnico del “Electric Railway Presidents' Conference Committee”, Mr. Clarence F. Hirshfeld, sin ningún éxito en la exploración.
Ya lo habíamos olvidado, cuando en una lectura de la revista Electric Railway Journal concretamente la publicada en octubre de 1931, y en el artículoImproving the Street Car” una fotografía suya lo antecedía.
Esto nos ha motivado a ir entrelazando datos y a poder conocer a una de las personas que con su trabajo, más ha influido en la mejora del transporte de superficie, durante el siglo XX.

Clarence Floyd Hirshfeld 

Nació en San Francisco de California el 30 de enero de 1881. Hijo de Charles Hirshfeld, un emigrante alemán nacido en Schrimm el año 1856, y Lotta McCarthy, nacida en Maine el año 1854.

Su formación técnica se inició en la Universidad de California, donde en 1902 se licenció en ingeniería eléctrica. Sus estudios continuarían en la Universidad de Cornell en Ithaca, New York, donde obtuvo la licenciatura en ingeniería mecánica.

Allí trabajó como docente en varios cargos entre ellos, el de profesor de ingeniería mecánica. En aquel periodo se casa con Elizabeth Bishop, con quien tuvo dos hijos John Winslow Hirshfeld, en 1908 y James Floyd Hirshfeld en 1912.
Aquel fue un fértil periodo creativo, estableció una consultoría técnica y en 1912, en colaboración con William Nichols Barnard, publican "Elements of heat-power engineering", un completo y extenso tratado de termodinámica.

Incorporación a la industria.

Hirshfeld 1922

Su formación electromecánica le conduciría al sector de la energía y en 1913, Hirshfeld dejó la Universidad de Cornell, trasladándose a Detroit, Michigan, para incorporarse a la Detroit Edison Company, donde fue nombrado jefe del departamento de investigación.

Durante la Primera Guerra Mundial, sirvió en el Departamento de Artillería de los Estados Unidos con los rangos de mayor y teniente coronel.

A su regreso a Detroit, trabajó en una gran variedad de campos, especializándose en el diseño, construcción, operación y mantenimiento de centrales eléctricas de vapor y también en la operación e interconexión de sistemas eléctricos; eliminación de residuos industriales; estudio del deterioro de cables eléctricos; soldadura eléctrica; desarrollo de hornos eléctricos y nuevos métodos para el desarrollo la electricidad.

Sede de la Detroit Edison Company en 1923.

Este gran conocimiento del sector eléctrico pronto le llevará al mundo del transporte.


Hirshfel y el Electric Railway Presidents' Conference Committee. 

Al comenzar los años veinte, el transporte de superficie iniciaba un estancamiento. La industria del tranvía en particular se había vuelto conservadora y poco creativa ante un nuevo competidor de gran ingenio, como entonces era la industria del automóvil.

Lo que en 1928 se consideraba moderno.

La industria tranviaria, agrupada en la American Electric Railway Engineering Association AEREA, pronto sería consciente de ello y en 1926 comenzó un proceso de búsqueda de soluciones a esta situación su primer paso fue la creación del Electric Railway Presidents' Conference Committee ERPCC, organismo que debía investigar soluciones para el sector del transporte eléctrico ferroviario.

Su director, Thomas Conway Jr. tras unos primeros años de trabajos, contactaría con Clarence F. Hirshfeld quien en la convención del AEREA, celebrada en San Francisco en enero de 1931, fue nombrado ingeniero jefe del ERPCC.

La mentalidad analítica de Hirshfeld cambia radicalmente la forma de trabajo del ERPPC. Inició un estudio de todos los factores que inciden en el transporte tranviario, profundizando en los problemas reales del transporte y en consecuencia dando con soluciones prácticas y nuevas. Entre ellas, la construcción de un modelo de tranvía totalmente alejado de los cánones de la industria ferroviaria que imperaban entonces.

Aunque el ERPPC estaba formado por fabricantes y operadores tranviarios, Hirshfeld no dudó en buscar proveedores de otros sectores si era necesario, un ejemplo de ello fue el optar por la empresa de automoción industrial Clark Equipment Co. en la construcción del bogíe B2, con un excelente resultado.
Fragmento de una publicación de Clark Equipment Co.

El ERPPC, tras cinco años de trabajo, presentó en la convención de la industria del transporte de 1934 de Cleveland, cuatro prototipos de tranvía. Uno construido por Brill, (coche 7001); otro por Twin Coach (5200) y dos por Pullman, (coches 4001 y 5300). Este último, denominado PCC B, fue el primer vehículo propiamente considerado PCC car. 

Los cuatro prototipos de 1934:  Twin Coach  5200,  Brill 7001, Pullman 4001 y Pullman 5300 PCC-B

En 1936 se suministraron 211 unidades de tranvías PCC, 100 de ellos a Brooklyn. Y en 1938, poco antes de su fallecimiento, el número de coches PCC en circulación era de 791.

El 7 de junio de 1932, la Universidad de Detroit le concede el grado de Doctor honoris causapor haber liderado un movimiento para liberalizar y humanizar la profesión de ingeniería al promover en ella no solo los conocimientos y habilidades técnicas más elevados sino también una amplia cultura general y un sentido de responsabilidad social y cívica”.

El trabajo en el sector del transporte le ocupó sus nueve últimos años, falleciendo el 19 de abril de 1939 a los 58 años en Detroit, aunque sería enterrado en East Lawn Cemetery, East Ithaca, NY. 
La Asociación Americana de Sociedades de Ingeniería, le concedió póstumamente la Medalla John Fritz en 1940.
Todavía en 1941 se registraba una de sus patentes: N.º de serie 155,598: SISTEMA DE FRENADO
Patentado el 27 de mayo de 1941. Autores: Lebert E. Blue, Nueva York, N. Y.Ingeniero de la Pullman-Standard Manufactring Car Co. y Clarence F. Hirshfeld, Detroit, Míchigan, cedentes a The Transit Research Corporation, Nueva York, N. Y., una corporación de Nueva York. Solicitud del 26 de julio de 1937,


Hirshfeld lideró todo el proceso de diseño y creación de los tranvías PCC desde su inicio hasta el suministro de las primeras series.

No llegaría a ver el espectacular resultado de los trabajos de su grupo, que renovó completamente el concepto de tranvía. Esta renovación no afectaría únicamente a EE. UU. donde se llegaría a construir cerca de 5,000 unidades, sino a todo el mundo, donde entre tranvías fabricados con su licencia en Italia y Países Bajos, y otros sin ella en países del Este, se llegaría a construir más de veinte mil tranvías PCC.

Tranvía PCC de la Haya, en 2024 durante la celebración de su 75 aniversario (1949-2024)


domingo, 17 de agosto de 2025

Un tranvía en el museo Ford de Dearborn.

 


  
  En 2010 publicamos esta foto de un tranvía de tracción animal saliendo de una cochera como muestra de enganche en limonera, es decir, con un solo caballo.

No le dimos más importancia a la foto, tampoco conocíamos su fecha ni procedencia.

El paso del tiempo va colocando las cosas en su verdadero lugar, y hace unos días buscando documentación para una nueva entrada sobre herraduras, dimos con un interesante artículo, que además estaba ilustrado con la misma foto.

Resultaba que la foto correspondía a la cesión de un coche tranviario al Ford Museum, de Dearborn, Michigan. Además, quien guiaba el tranvía era nada menos que Henry Ford, uno de los padres de la automoción e impulsor de la racionalización de la producción industrial.

Henry Ford, además, impulsó uno de los primeros museos de ciencia y tecnología, como veremos en la traducción del artículo publicado en Electric Railway Journal, el 5 de mayo de 1928.

El tranvía más antiguo fue entregado a Henry Ford.

En una ceremonia bastante inusual, el 8 de mayo, H. Hobart Porter, presidente del "Brooklyn City Railroad", entregó a Henry Ford, para su exhibición en su museo de Dearborn, Michigan, el coche de tracción animal más antiguo de su tipo que existe.

Tras una exhaustiva búsqueda por parte de los agentes del Sr. Ford, se eligió el de Brooklyn. Este coche, conocido en su época como "Jigger", es un modelo para un solo caballo y entró en servicio originalmente en 1868.

Durante veinte años, el vagón operó en la línea transversal del "Brooklyn City Railroad", desde Hunters' Point, Long Island City, hasta Erie Basin, en el sur de Brooklyn. En 1888, el coche fue retirado de esta línea principal y reemplazado por otro de dos caballos. El tranvía original se puso en servicio en una ruta desde Hunters' Point hasta el Ferry de la Calle 34, al pie de la Avenida Borden. Aquí, bajo la dirección de Michael O'Connor, fallecido hace tiempo, operó hasta 1897, cuando se eliminó esta ruta. El vagón fue construido por la Jones Car Company, de West Troy, Nueva York. 

Un detalle interesante de la ceremonia del 8 de mayo fue que el mayoral a cargo del tranvía era James P. Gregory, quien entró al servicio del "Brooklyn City Railroad" en 1884. Trabajó durante mucho tiempo como conductor de tranvías de tracción animal y, con la electrificación, se convirtió en "motorman". Continúa trabajando para la compañía en la línea de la Avenida Flatbush.

H. Hobart Porter, presidente del ferrocarril, al presentar el antiguo vehículo al Sr. Ford, dijo:

En 1853, en los inicios del transporte público, los ciudadanos de Brooklyn organizaron el Ferrocarril de la Ciudad de Brooklyn para que pudieran disfrutar de este entonces moderno medio de transporte. Los fondos para esta compañía se obtuvieron mediante la venta a domicilio de sus acciones con un valor nominal de10$ por 10$ en efectivo. Durante los 75 años transcurridos desde entonces, el "Brooklyn City Railroad" nunca ha estado en quiebra ni se ha reorganizado, y muchos de los propietarios actuales de sus acciones son descendientes directos de los compradores originales. Durante estos tres cuartos de siglo, la administración del "Brooklyn City Railroad" se ha limitado a esforzarse por servir al público y, creo, cuenta con un historial envidiable en este aspecto.

He oído decir, Sr. Ford, que usted fue el hombre que hizo de caminar un placer, y yo, que tengo una memoria prodigiosa y viví algunos años en el siglo pasado, siempre he discrepado de esa afirmación. Mucho antes del nacimiento del Modelo "T", existía un vehículo que hacía que caminar, correr o incluso nadar fuera un placer. Ahí está ese vehículo, el viejo coche de caballos. Cumplió una función útil y fue reemplazado. Es un testigo mudo de otra época.
Para concluir, afirmó que, dado que el Sr. Ford había hecho más que cualquier otra persona para modernizar los medios de transporte del mundo, era apropiado que esta reliquia bien conservada del transporte público urbano le fuera confiada, y en nombre del "Brooklyn City Railroad" y de los habitantes de Brooklyn, le entregó el vagón para su museo. (...)

El coche fabricado por J.M. Jones' Sons en La Henry Ford, Foto de John Smatlak


El museo Ford en Dearborn.

Lo que Henry Ford inició como una colección particular de artículos cotidianos pronto se convertiría en su "American Village Museum". En 1929 se inauguró lo que hoy se conoce como el Henry Ford "Museum of American Innovation and Greenfield Village". Se trata de un conjunto de edificios diseñados por el arquitecto Robert O. Derrick, ocupando una superficie de 48,600 metros cuadrados. Se construyó, según el estilo popular americano vigente en la época, y utiliza mármol criollo de Georgia, pulido con arena, como revestimiento. 

En su origen se constituyó como fundación Edison, y era de carácter privado. En 1933, se abrió al público, siendo en la actualidad uno de los mayores centros museísticos estadounidenses.

Hoy puede en él admirarse nuestro tranvía junto a un Birney y otro tranvía eléctrico de Cleveland.


J. M. JONES' SONS.

El tranvía que adquirió Henry Ford para su colección fue fabricado por J.M. Jones' Sons hacia 1870. Esta firma de carroceros y guarnicioneros, estaba situada en Circle Street, al norte de Berlin Street. Su fundador, John M. Jones, junto con Henry W. Witbeck, inició su carrera con el nombre de Witbeck & Jones, en 1839, fabricando  carruajes y vagones, en un edificio de madera, en aquel emplazamiento.

Durante los primeros años de la minería de oro en California, la empresa fabricó y envió una gran cantidad de madera y carruajes desde Nueva York a San Francisco, teniendo que circunvalar toda América, pasando el Cabo de Hornos.



En 1863 Henry W. Witbeck deja la sociedad y en 1864, J. M. y Richard W. Jones fundaron la empresa Jones & Co. e iniciarían la construcción de coches tranviarios. Tras un paro en el negocio desde 1879 a 1882, John H. y Walter A. Jones reanudaron en West Troy la fabricación de tranvías, construyendo miles de ellos para diferentes compañías de Estados Unidos, Sudamérica, Australia, Inglaterra, Alemania, India y otros países lejanos. En 1870, se fabricaron doscientos para la Bombay Tramway Co. En 1897, la empresa fabricaba unos 300 tranvías al año y ocupaba a cerca de 200 personas.

El "Brooklyn City Railroad".

El Ferrocarril de la Ciudad de Brooklyn (BCRR) se constituyó el 17 de diciembre de 1853. Su primera línea, la de la Avenida Myrtle,  estaba operada con coches de tracción animal en Brooklyn y se inauguró el 3 de julio de 1854. La compañía poseía en 1893 seis líneas tranviarias en Brooklyn, llegando a gestionar veintisiete en 1897.

La línea iba desde el embarcadero del Ferry de Fulton, pasando por la calle Fulton y la Avenida Myrtle, hasta las antiguas cocheras de diligencias en la Avenida Marcy. Tras la electrificación, la línea continuó en activo hasta 1930.

Aún hoy en Brooklyn quedan antiguos raíles testimoniando el paso de los tranvías en sus calles.

domingo, 20 de julio de 2025

Melchor Gasull, los Baños Orientales y su tranvía.


   El ramal a los Baños Orientales es una de las muchas curiosidades de la red de tranvías barcelonesa.

A pesar de su popularidad, encontrar datos sobre él no ha sido tarea fácil.

Los mismos Baños Orientales, que en su día tuvieron gran importancia, apenas aparecen en publicaciones y en las que aparecen, prima la anécdota.

Lo mismo ocurre con su promotor, el Sr. Melchor Gasull y Saladrigas, quien, a pesar de su compleja actividad laboral y política, permanece semi oculto en las publicaciones actuales.

Ello, ha sido un incentivo para iniciar una recopilación de datos sobre ellos y  escribir esta entrada.

Melchor Gasull y Saladrigas, fue uno de los grandes actores de la Barceloneta del XIX. Su trabajo contribuyó a la transformación de la vida y las costumbres del barrio marítimo barcelonés; tanto en su faceta industrial, como constructor de viviendas, creador y director de los Baños Orientales, como en su faceta de concejal del Ayuntamiento, cargo que ejercería entre 1875 y 1893 y del que hemos encontrado referencia de algunas de sus intervenciones en la prensa barcelonesa de la época.

Desconocemos la fecha de su nacimiento, tampoco la edad que tenía al fallecer, los datos biográficos que de él hemos podido recopilar son exclusivamente profesionales.

Melchor Gasull fue maestro de obras, titulado  en  Barcelona el 5 de agosto de 1855, aparece como tal en la Guía "El Consultor" de 1863 donde se le domicilía en la calle San Carlos, 18 de la Barceloneta.

En la Guía de Barcelona El Consultor de 1863 aparece como maestro de obras.

La primera intervención de su actividad, que hemos encontrado documentada, fue el proyecto de un desembarcadero en la playa de Vilanova y la Geltrú, en el que participó junto a Josep Torras según la Gaceta de Madrid de 21 de marzo de 1858.

Destacó su participación en el derribo del trozo del cuartel de Atarazanas, que cerraba el paso de la Rambla al mar, según el libro de M.M. de Lara “El cronista de la Revolución de 1868”. Allí se menciona la intervención de Melchor Gasull junto a otros maestros de obras en el derribo de un tramo de 24 metros de la muralla correspondiente al Baluarte de Atarazanas. Obra que aunque pueda parecer minúscula, tuvo una importancia capital para la ciudad, que ya había derribado sus murallas, excepto la del Mar en 1857, que formaba una presa y, en caso de lluvias torrenciales, inundó varias veces toda la zona, creando un fuerte malestar contra ella en la población, que la junta revolucionaria adoptó con muy buen sentido.

Sobre el Plano de Barcelona de Garriga y Roca 1852, hemos superpuesto en azul la configuración urbana actual. La zona marcada en rojo corresponde al derribo realizado en 1868.

También participaría en la urbanización del Paseo Nacional de la Barceloneta y sería accionista de la Sociedad Catalana de Tranvías, gestora del tranvía de Circunvalación, que en su proyecto original se extendía a la Barceloneta.

Pero sin duda, el proyecto al que más dedicaría su actividad fue el de los Baños Orientales.

Su actividad municipal es siempre muy activa, sobre todo en los temas referentes a la Barceloneta.  En sus últimos años se asoció con José Laribal Lastortras, ex juez municipal, abogado y redactor de El Diluvio, quien según varios artículos aparecidos en "La Esquella de la Torratxa", lo manipularía hacia una fuerte oposición a Rius y Taulet y además al no tener descendencia, según el rotativo de Gracia, se apropiaría del legado económico de Gasull.

Melchor Gasull enfermó en junio de 1893, con lo que debió interrumpir algunas de sus actividades hasta su fallecimiento el 4 de diciembre de 1893.

La Publicidad: eco de la industria y del comercio, 6 de diciembre de 1893.

Anteayer falleció en esta ciudad el señor D. Melchor Gasull, propietario de los Baños Orientales y concejal que fue en diversas ocasiones del Ayuntamiento.

Es interesante ver las gacetas de prensa de ambos rotativos para tener una composición de lugar de los últimos años de Melchor Gasull.

LA ESQUELLA DE LA TORRATXA BARCELONA 6 DE JULIOL DE 1894

Los carmetlos del “Diluvio” un dia o altre ve que surten. O si no aquí tenen lo carmetlo Gasull, que bé va sortir en nom de Déu.

Feia molt temps que el desinteressat periòdic que únicament al bé públic es consagra, anava afalagant la vanitat senil d'aquell bon home, posat a regidor. ¿Qui no se'n recorda? Al "Diluvio" anava a inspirar-se 'I Sr. Gasull per les seves campanyes, i del “Diluvio” rebia diluvis d'elogis. Planas enteres dedicades contínuament al regidor de la Barceloneta, quasi posaven en ridícul a aquell home ple de bona voluntat.

Però ell no ho coneixia, i la prova que no arribava més enllà, és que els elogis dels hereus de La Salvadora tenien estufat, perquè el que ell devia pensar:

—Molt deuré valdre, molt més d'allò que jo em figuro, quan un periòdic que pega a tothom, no m'alaba més que a mi.

Aquella constància en l'elogi tingué un terme, i amb el terme tingué al mateix temps una explicació.

Mori'l Sr. Gasull, i per l'esquela de defunció inserta en els periòdics, on la qual no hi figuraven per a res ni els parents, ni alguna altra persona de l'especial apreci del difunt, es vingué en coneixement que D. Joseph Laribal, director del “Diluvio”, havia sigut nombrat ¡¡hereu de confiança del Sr. Gasull !!

Res: un carmetlo, segons notícies, d'una pila de mils de duros.



Como ya indicaba la gaceta anterior, en la esquelas publicadas no se menciona ningún familiar.

Los Baños Orientales.

Sección de la instalación procedente del proyecto de  A. Font, 1872.


El siglo XIX fue tiempo de aparición de nuevas costumbres en la población, entre ellas el higienismo y, con él, el hábito del baño. Esto fomentaría la aparición de balnearios tanto termales, como de agua de mar.

En nuestra costera ciudad, el contacto con el mar había estado restringido a los pescadores y a la marinería; para el común de la población era un mundo ajeno y peligroso.

En el primer tercio del siglo XIX esto cambió radicalmente, primero se autorizó a la población a acudir a las playas cercanas a la ciudad y, como consecuencia, apareció un nuevo negocio, los baños.

Aunque en principio los baños se establecerían en centros cerrados, denominados baños de pila, que disponían de pilas de agua o bañeras, donde podía la población beneficiarse de las cualidades del agua marina; casi inmediatamente aparece el baño de oleaje, con el cual además de las propiedades del agua, se puede disfrutar del masaje del agua en movimiento.

Para ello se dispone de diversos utensilios, como carromatos que se desplazan al interior del agua, o zonas con cuerdas para que los bañistas puedan adentrarse en el mar con seguridad.

Los primeros baños de Barcelona se establecerían en la zona de San Beltrán, a estos les seguirían otros en la Barceloneta, la playa de Casa Antúnez y la playa del Pueblo Nuevo.

Uno de los más famosos sería el establecimiento llamado los Baños Orientales.

Agusto Font Carreras

Los Orientales abrieron en 1872 como baños de pila y desde su apertura Melchor Gasull intentó darles un toque de distinción, para lo que contrató al arquitecto Augusto Font Carreras que desarrollaría un edificio de estilo neo árabe. Para la aclimatación y bombeo del agua, instalaría una caldera de vapor cuya proyecto estaría a cargo del ingeniero Juan Sans.

La denominación de baños orientales no era original del establecimiento del Sr. Gasull, ni hacía referencia como indicaba la imprenta al estilo arquitectónico del edificio, existía desde 1844 un edificio en la calle Montjuic de baños orientales, por lo que se trataba de una denominación para los baños de pila, como se aplicaba el de baños turcos a los baños de vapor.

El Diario de Barcelona, miércoles 24 de julio de 1844.

Los nuevos baños orientales, que se han abierto al público en la calle de Montjuic, son sumamente lindos, bastante lujosos y aseados en extremo. Su situación hará que sean muy concurridos, pues se encuentran a gran distancia de todos los establecimientos de igual clase que existen en esta capital.

La singularidad del establecimiento de Melchor Gasull fue la de crear un establecimiento de baños con una imagen de lujo para diferenciarse de los existentes.  Al mismo tiempo, añadió servicios complementarios que hicieran más atractivo su balneario que su competencia; uno de ellos sería el facilitar el transporte hasta su centro a los clientes, como veremos más adelante.

Los Baños Orientales de pila y oleaje abren al público el 8 de julio de 1872. La imprenta del día 9 y el Diario de Barcelona del 10 publican sendas gacetas que describen el centro, hemos extraído de ambas Gacetas los textos más significativos y los entremezclamos a continuación, variando el tipo de fuente para cada publicación:


LA IMPRENTA, BARCELONA—martes 9 de julio de 1872. DdB

Ayer se abrió para el público el establecimiento de baños orientales que don Melchor Gasull ha construido y levantado en uno de los extremos de las calles de S. Severo y Santa Ana de la Barceloneta, arreglado con un lujo hasta ahora desconocido en Barcelona en este ramo.

Diario de Barcelona,   miércoles 10 de julio de 1872. L_Im

Este edificio se compone de 1.º y 2.° piso y espaciosos sótanos en los cuales funciona la máquina de vapor que absorbe el agua del mar. Ya dijimos tiempo atrás que para justificar el título de baños orientales que lleva el establecimiento, se ha dado al edificio un aspecto semi-árabe, muy sencillo en las fachadas exteriores que están aún por concluir y que no revela el lujo con que está montado en la parte interior. En el piso bajo hay un vestíbulo del que parte la escalera de mármol que conduce al piso principal, en donde se hallan los baños de primera clase.

L_Im En el segundo existen los depósitos de agua que se toma directamente del mar por medio de un aparato construido en el taller de los señores Alexander, bajo la dirección del ingeniero señor Aguirre.

DdB Precede a la galería de estos un elegante salón que tiene un mirador con vistas a la pintoresca costa de Levante. Todo el pavimento de este piso, lo propio que el de la planta baja, está embaldosado con planchas de mármol de Carrara. Igual pavimento se ve en los gabinetes de ambos pisos, que son muy desahogados. Cada uno, además de la respectiva pila de mármol, tiene retrete y tocador igualmente de mármol con el espejo colocado, de manera que las señoras puedan arreglarse el peinado, sentadas en taburetes de rejilla.

L_Im El corredor de los bajos sirve de pasillo para comunicar con los baños de oleaje. El departamento de estos mismos baños está dividido en dos, uno de ellos para señoras y otro para caballeros. Cada división está separada por cortinas persianas, y la totalidad cubierta por toldos que impidan que la luz del sol moleste a los bañistas. En el interior de estas secciones hay en cada una de ellas una sala común y estancias particulares para los que las deseen.

Las pilas son todas de mármol y DdB tienen entre sus espitas una de agua fría que la arroja en forma de regadera al bañista en el acto en que está tomando el baño tibio, con lo cual se produce en el sistema nervioso un efecto parecido al de la impresión del oleaje. Las paredes de los gabinetes y las de todo el establecimiento están estucadas de blanco, imitando el mármol de los suelos. Las ventanas, además de persianas, tienen vidrieras con cristales de colores decorados por el Sr. Pascual.

L_ImEl lujo que en todo se ha desplegado es verdaderamente superior a lo que habíamos visto, y solo puede compararse al que se usa en los grandes establecimientos de Italia e Inglaterra, que el propietario señor Gasull ha visitado antes de construir los que venimos reseñando. Los diversos arabescos, todos ellos variados, que se ven en las puertas de entrada de cada camerino, los dibujos de los cristales, los paisajes al cromo que allí se ven, dan una idea muy ventajosa del gusto que ha presidido a esta obra. DdB En cada una se hallan pintados países diversos, combinados con ramos de flores y graciosos arabescos. Hasta en los cordones de las campanillas y en los de apoyo se nota más gusto y lujo que de ordinario, pues los extremos son de porcelana dorada y pintada. Toda la parte de madera imita la del roble; y en varios puntos numerosas macetas con arbustos.


L_Im
En cada estancia hay sus correspondientes luces de gas y en los corredores se ven quinqués, DdB asimismo de gusto árabe, L_Im imitando plata oxidada. Los hermanos Florensa, que han corrido con esta parte de la iluminación, han hecho todo lo que podía esperarse colocando los más elegantes aparatos que se conocen.

La construcción del edificio, que tendrá una superficie de -2,000 metros cuadrados, ha corrido todo bajo la dirección facultativa del mismo dueño, señor Gasull.

El establecimiento cuenta para la parte higiénica con la dirección del facultativo don Joaquín Pozo.

Sin embargo, de que un establecimiento de este género parece que debería haber aumentado los precios, no se ha hecho alteración alguna en ellos, salvo en los baños perfumados que se introducen por primera vez en Barcelona imitando el estilo oriental. En resumen, el establecimiento ha dejado satisfechas a las personas más exigentes y delicadas, y nosotros creemos que con su planteamiento el señor Gasnll ha venido a llenar una de las necesidades más sentidas en España. Plácenos que Barcelona sea la primera ciudad que cuenta en su seno un establecimiento que puede servir de modelo a muchos otros del extranjero.

DdB Los baños de pila se sirven también perfumados a voluntad del bañista y los aromas de los perfumes se extienden por todo el establecimiento. No hay baños dobles, pero para comodidad de las familias, algunos gabinetes están en comunicación entre sí. Las toallas que se proporcionan son de las llamadas a la rusa o rizadas. A. pesar del lujo con que están montados los Baños Orientales, rigen en ellos los precios de costumbre. En la playa se ha establecido la sección de oleaje que aún no está concluida. Sin embargo, en la parte que presta ya servicio no se ven las acostumbradas esteras, por haberse adoptado las cortinas persianas y los toldos de tela, que producen muy buen efecto y modifican los rayos de luz que por ellos penetran.

A pesar de la denominación de baños de oleaje, el establecimiento abriría con licencia para baños de pila. La autorización para los baños de oleaje le sería concedida por real orden del 16 de junio de 1875, publicada en la Gaceta de Madrid el día 26 de junio.

Melchor Gasull, continuaría invirtiendo en la mejora de los Orientales, en 1881 el tranvía ya tenía acceso directo a los baños y la siguiente gaceta de prensa, nos ilustra con respecto a nuevas mejoras en el establecimiento.



L V -22 de julio de 1881 -Contra el asfixiante calor de estos días, los barceloneses no encuentran más recurso que echarse en brazos de Neptuno, y de aquí la no interrumpida peregrinación a la playa (…) Barcelona tiene el privilegio de poseer los llamados «Baños Orientales» que son la admiración de cuantos los visitan. Este año, merced a las obras que en la playa se han practicado, el oleaje es menos sensible; además, los gabinetes son en mayor número, se ha construido una nueva piscina y se han introducido las duchas. Antes había solo una piscina destinada a señoras; este año hay otra para los caballeros y ambas están alimentadas por una poderosa máquina de vapor salida de los talleres Alexander. El agua es limpia y trasparente siempre, pues se está renovando de continuo, y esto hace que en días de mar agitada pueda el público refrescarse en las conchas. No hablaremos del aseo y de la limpieza, pues estas condiciones son proverbiales en aquel establecimiento. También se han hecho obras en el restaurante, que está a cargo de persona muy competente, por manera que son en gran número los bañistas que después de la zambullida restauran sus fuerzas en la pintoresca terraza que se ha levantado allí y en la cual se disfruta de bellísimo golpe de vista. Para dar una idea del favor con que el público distingue a los Orientales, diremos que durante los cuatro primeros días de esta semana se han bañado allí cerca de treinta mil personas.

Entre 1882 y 1883 fue objeto de diversas inspecciones en sus propiedades urbanas, en la prensa aparecen varias sesiones municipales en que se entablan discusiones entre él y el entonces alcalde Rius y Taulet sobre la legalidad de ellas.

Una de ellas, en 1883, requirió el cierre de las calderas de vapor del establecimiento. Al parecer, se había añadido una segunda caldera sin la correspondiente licencia. Y ello conllevó un expediente administrativo, gracias al que tenemos información de las calderas empleadas en la instalación. El tema se resolvió, con una multa y la autorización de funcionamiento únicamente de la caldera legalizada, aunque suponemos que a posteriori se debió legalizar y autorizar la segunda caldera.

Melchor Gasull dirigió el establecimiento hasta su defunción a finales de 1893. A partir de entonces, los Baños Orientales, pasaron a manos de José Laribal hasta su muerte en 1905.


Un tranvía a los Baños Orientales.
Sin duda, esta es la fotografía de J. Brangulí más representativa del tranvía de los Orientales.

Cuando Melchor Gasull abrió el verano de 1872 su establecimiento de Baños, ya era consciente de la necesidad de facilitar un acceso cómodo a sus clientes, que para acceder a ellos deberían desplazarse desde el centro y los pueblos del llano barcelonés.

Estaba en construcción la línea tranviaria de la Barceloneta, que llegaría a la calle del Juicio en septiembre del mismo año, y que tenía el punto más próximo en el cruce de las calles de San Juan y la calle Mayor, a unos 250 metros de la entrada del centro.

Así, ante la carencia de otros medios, Gasull contrata diversos carruajes, creando un servicio exclusivo a los baños: Desde anteayer ha aumentado el número de carruajes (...)Un rótulo de figura oval con letras doradas sobre fondo negro indica en algunos (...)que van destinados al nuevo establecimiento de los Baños Orientales, recientemente construidos en la calle de San Severo, travesía de la de San Juan en la Barceloneta. DdB, 10 de julio de 1872

Reproducción del dibujo de Antonio Valls Gabarró para el proyecto de tranvía de M. Gasull, 1880.

Los ómnibus partían de varios puntos de la ciudad: (...) de la plaza de la Constitución, de la Rambla y de Santa Catalina se dirigían á los establecimientos de baños Orientales (...), DdB 23 de julio de 1872.

Al año siguiente, 1873, el tranvía de Gracia prolongaría 300 metros su recorrido, dando acceso directo al establecimiento de los Baños del Astillero, al final de la calle Mayor, siendo el primero en contar con servicio tranviario.

En 1874, los Baños Orientales seguían prestando un servicio de ómnibus a sus clientes

BAÑOS ORIENTALES de PILA Y OLEAJE. Para comodidad de los bañistas, desde el día de San Juan se situarán coches en la Rambla del Centro, Plaza de la Constitución y Santa Catalina. Los que utilicen el tram-via deben apearse al pasar por la calle de San Juan. DdB 24 de junio de 1874.


Gasull, gran emprendedor, pronto decidiría solicitar su propia concesión tranviaria de la que informa La Imprenta.

(...) Otro proponiendo que se exponga al público el proyecto de tram-vía desde el paseo de la Aduana a los Baños Orientales, cuya concesión solicita don Melchor Gasull. L_Im 30 de junio de 1877

En la Gaceta de Madrid del 5 de abril de 1879 aparece un dictamen sobre este proyecto que suspende el proyecto presentado.

(...)Remitido a informe del Consejo de Estado el expediente promovido por D. Melchor Gassull en solicitud de autorización para construir un tranvía en esa capital desde el paseo de la Aduana hasta los Baños Orientales, la Sección de Gobernación de aquel alto Cuerpo ha emitido el siguiente dictamen:

«»Excmo. Sr.: D. Melchor Gassull solicitó del Ayuntamiento de Barcelona el 26 de marzo de 1877 autorización para establecer un tranvía desde el paseo de la Aduana hasta los Baños Orientales.

Expuesto al público el proyecto, los representantes de dos Compañías de tranvías que tienen sus líneas en explotación y varios propietarios vecinos de la Barceloneta se opusieron por distintas razones a la concesión de la nueva línea; y después de pedido informe al Ingeniero Jefe de vialidad y conducciones, que se extendió en demostrar los inconvenientes del trazado que se proyectaba, la comisión del Ayuntamiento que entendía en el expediente, creyendo cumplir lo dispuesto en la Real orden de 14 de octubre de 1876, acordó suspender la tramitación del mismo y elevarlo a ese Ministerio del digno cargo de V. E.»(...)

No obstante, la persistencia de Melchor Gasull consigue superar los obstáculos interpuestos a su proyecto y el 24 de julio de 1884 queda escriturada la autorización, previo acuerdo con la Barcelona Tramways:

En escritura autorizada por D. Jaime Burguerol, notario en esta ciudad, el 25 de junio de 1884, el Excmo. Ayuntamiento concedió a la Compañía anónima de Tranvías de Barcelona, (...), el establecimiento de un ramal en la línea de, Atarazanas a la Barceloneta, que por la calle de San Juan de aquella barriada se dirige a los Baños Orientales, sitos al extremo de la misma calle, (...) El ramal Arranca del Paseo Nacional de la Barceloneta junto al cruce de este con la calle de S. Juan, y recorre esta calle en longitud de 270 metros en vía doble; sigue por la misma calle y la de Sta. Ana en vía sencilla hasta el fondo del patio de los Baños Orientales (76'60 metros), en cuyo patio tiene el punto de parada con el desvío correspondiente, de conformidad con lo convenido por la Compañía y el propietario D. Melchor Gassull en escritura ante D. Francisco de S. Maspons, Notario de esta en 12 de julio de 1880, pacto 14.°. El ancho de la vía es de 1,430 metros y la longitud total del desarrollo de vías es de 656 metros

Mientras tanto Melchor Gasull sigue empeñado en mejorar el acceso a sus Baños. El ser accionista de la Sociedad Catalana de Tranvías explotadora de la línea de Circunvalación le facilita el acuerdo,  estableciendo un servicio combinado de ómnibus y tranvía.

Al inicio de los ochenta se establece el servicio directo de tranvía.

Reproducción del plano presentado por la BT en 1883 y que finalmente se construiría,

Diari Català. Núm. 385 (18 juny 1880) Tramvía pera anar als Banys Orientals.

A poc a poc, Barcelona va prenent l'aspecte de ciutat adelantada. Molt prompte als numerosos tram-vies amb que a hores d'ara ja conta, s' hi podrà afegir un ramal, que aviat se començarà a fer, per anar des de'l carrer Major de la Barceloneta al magnífic establiment balneari del senyor Gasull.

S’establiran bitllets de correspondència amb lo tramvia de circumval·lació.

El tranvía inició su andadura un año después, en 1881.

-Desde hoy ha empezado el servicio de tranvía desde la plaza de Cataluña a los Baños Orientales, L_V 1 de julio de 1881

Además el servicio se efectuaría hasta el anochecer, por lo que requirió una buena iluminación en la balneario.-Atendido lo adelantado de la estación, y que por consiguiente anochece mucho antes que en los meses anteriores de verano, el señor Gasull, dueño de los Baños Orientales, ilumina convenientemente su establecimiento de oleaje hasta las nueve de la noche, en que parte el último carruaje del tranvía, a fin de que puedan bañarse en las piscinas las personas que se retiran tarde de sus ocupaciones diarias.L_V 27 de agosto de 1881

Desde entonces y hasta la supresión en los años treinta del XX, del ramal a los Orientales existirá la bicefalia de los tranvías de la Barceloneta, es decir, Astilleros y Orientales. En 1890, la compañía tenía establecido un sistema para distinguir ambas terminales: los Orientales ostentarían una bandera azul.

BAÑOS ORIENTALES Abierta la temporada balnearia tanto en las piscinas como en la sección de oleaje. Los baños de pila y la sección de duchas están abiertos todo el año. Tranvías (bandera azul) hasta el interior del establecimiento. L_V 27 de agosto de 1881

El 22 de diciembre de 1882, Thomas Welchmann, director gerente de la Compañía Anónima de Tranvías de Barcelona plantea a la Comisión de Fomento: establecer como definitivo el paradero que utiliza con carácter provisional en la Barceloneta, donde se hallan establecidos los Baños Orientales, por lo que solicita autorización para dicho paradero, y el pequeño ramal  que es un  desvió de la línea general de la Barceloneta, y que pasa por la calle de San Juan del propio Barrio Marítimo.

La línea 32, San Antonio - Orientales junto con las 28 y 35 llevarían a los bañistas al establecimiento de la Barceloneta.
El tranvía a los Baños Orientales operará con tracción animal hasta 1899, cuando se produce la electrificación de los tranvías de la Anónima. La comisión municipal de Fomento accede a conceder a la indicada compañía la autorización necesaria para poder explotar con tracción eléctrica el ramal denominado de los Baños Orientales.


El ramal tranviario a los Orientales, fielmente plasmado en el plano Martorell de 1927.

En 1902, con el servicio electrificado y consolidado, se establecen nuevos indicativos a las líneas:La Compañía Anónima de Tranvías ha destinado un gran número de coches a reforzar la línea de la Barceloneta, llevando estos como distintivo un gran lienzo blanco en un costado y con una inscripción en letras negras grandes que dice: Servicio de Baños Astillero u Orientales. L_V 15 de julio de 1902.

En 1904 y con motivo de un dictamen referente a la reversión de las líneas tranviarias, la prensa informa de la fecha y condiciones de reversión, así como los datos de explotación del año anterior (1903). —Ramal de los Baños Orientales: reversión en el año 1932, para el material fijo y móvil. 0'54 kilómetros de vía, pasajeros: 760.000. L_V 11 de junio de 1904.

Poco antes del cierre del tranvía, en 1928, W. Weber captó esta imagen del acceso a los orientales.

El tranvía circularía hasta el año 1931 , en que el Ayuntamiento barcelonés dictó un acuerdo prohibiendo el servicio tranviario por el ramal de los Baños Orientales.

No hemos encontrado el motivo de esta prohibición, una de las posibles causas podría ser la estrechez de la calle Alfredo Calderón (antes San Juan y luego Almirante Cervera, hoy Pepe Rubianes y dentro de unos años...), en los años treinta ya se estaba gestando su ampliación que se materializó en la posguerra.


Epílogo: El infeliz final del tranvía de los Orientales.

Habíamos finalizado indicando que el tranvía había cesado su servicio en 1933, por efecto de la prohibición municipal de circulación tranviaria por la calle Alfredo Calderón.

La información era errónea, tras varias búsquedas en la "Gaseta Municipal de Barcelona" de los años 1931 a 1939, sin localizar una confirmación de esta noticia, recurrimos a las “Memorias de un Peatón”, y allí, sí que se indicaba el final de la línea en 1931, y finalmente a través de las hemerotecas de la Biblioteca Nacional y al "Arxiu de Revistes Catalanes Antigues" pudimos hilvanar la historia.

El domingo 19 de julio de 1931, dos jóvenes resultaron heridos al descender del tranvía por el lado de la entrevía. Fueron atropellados al llegar otro tranvía en sentido contrario y quedar atrapados entre ellos, Uno de ellos murió al día siguiente. Sin duda, la causa, aparte de la posible imprudencia de los jóvenes, fue la estrechez de la vía, motivada a su vez por la angostura de la calle.

Este accidente sumado a otros ocurridos anteriormente, probablemente por similares motivos, acabo en motín popular, a los pocos días el 22 algunos concejales presentaron al pleno municipal una proposición solicitando la prohibición de la circulación tranviaria en aquella calle proceso que sin duda culminaría en breve tiempo con el cierre del ramal tranviario.

La calle Alfredo Calderón el día 20 de julio de 1931.

El Diluvio y el Heraldo de Madrid, de los días 21 a 23 de julio de 1931, publican una crónica muy completa de estos hechos.

Sin duda, un triste y nada honroso final para un tranvía que había sido muy popular.

La calle Alfredo Calderón, como muchas otras de la Barceloneta, sufrió los bombardeos durante la guerra civil, lo que indirectamente facilitaría el ensanche.

Bombardeos  entre marzo y octubre de 1937 sobre la Barceloneta (GRIEGC) , a la derecha la calle Alfredo Calderón al finalizar la guerra.

En la posguerra, con el nombre de Almirante Cervera y aprovechando que algunos edificios de la calle habían sido derruidos por las bombas, se produjo la reurbanización de la calle. Como puede verse en la foto actual, todos los edificios de la calle son posteriores a 1939.